Isabelle se encargó durante semanas de cuidar de Noah que, aunque fuese muy orgulloso con su recuperación dejó que la CEO hiciera ciertas actividades que el no podía debido a su condición. El irlandés cada día que pasaba recuperaba más su movilidad y los dolores iban desapareciendo, mantuvo un par de relaciones sexuales con su chica como de esperarse, pero sin ningún percance, la pareja disfrutaba nuevamente su vida como de costumbre incluso sintiéndose muchísimo mejor que antes ya que toda esa presión de peligro se había borrado afortunadamente, sólo quedaba enfocarse en lo que venía para ambos.
Noah tuvo un par de charlas de negocios con distintas entidades de seguridad del país, pero rechazó todas a petición de Isabelle que tenía un mejor plan para él bajo la manga. La CEO tampoco esperaba que Noah la abandonara por trabajo y menos ahora que su embarazo se comenzaba a notar y sobre todo a sentir, ya habían perdido la cuenta de los cambios hormonales de la chica al igual que de todo