Capítulo 139
|| Punto de vista de VALERIA ||
Detestaba cada segundo de aquello.
El trayecto en coche hasta el bar se sintió como un interminable cortejo fúnebre. El elegante vestido que me habían obligado a llevar me rozaba la piel de forma insoportable, y tiré del dobladillo con impaciencia justo cuando el conductor se detenía frente a un edificio iluminado por destellantes luces de neón.
—Hemos llegado, señorita Valeria —informó con una sonrisa tensa.
No se la devolví.
Bajé al aire cálido de la noche; mis tacones repicaron con fuerza contra el pavimento. Sentí la mirada de Sergio antes incluso de girarme. Estaba apoyado en su coche, al otro lado de la calle, con los brazos cruzados y una expresión severa. La única razón por la que no corrí hacia él fue la súplica silenciosa en su mirada: ten cuidado.
Asentí apenas y entré en el edificio.
El bar era lujoso y ruidoso, una mezcla de luces tenues, música grave y copas de cristal tintineando. Un camarero me condujo enseguida al piso supe