33. Ronda de preguntas
Aquel sábado fue muy especial, Sam y David decidieron no ir a la biblioteca y quedarse en el apartamento disfrutando del descanso. Después de una noche tan movida y una mañana tan excitante, estaban muy cansados.
Prepararon el desayuno y David lo llevó a la cama. Comieron y luego tomaron una ducha juntos, con su respectivo jugueteo bajo el agua, lleno de besos, caricias y orgasmos. La resistencia de David tenía a Sam sorprendida. Era increíble como no se cansaba y se recuperaba tan rápido.
Después de vestirse, David llamó a su tío para preguntarle cómo iban las cosas en la oficina. Todo marchaba normal a excepción de unas órdenes de compra que David olvidó firmar, pero que podría hacerlo al regresar a casa para tenerlas listas el lunes. David aprovechó para avisar a su tío que regresaría tarde.
Por su parte Sam llamó a su madre, hacía más de una semana que no hablaban y aunque ella no era una gran conversadora, si le había pedido que la llamara la noche anterior debía ser por algo i