ALLIE
Tomo una tostada de la encimera y me siento para comérmela mientras mamá prepara café y al mismo tiempo atiende una llamada telefónica de la empresa donde trabaja.
Estoy tan absorta en mis pensamientos que no me doy cuenta que he dejado de comer mi tostada y que miro hacia la nada. Solo pensando una vez y otra si será prudente salir con Rie a tomar un café.
¿Y si reconoce mi voz?
Tendré que cambiar la voz, aunque él no me ha escuchado hablar con mi voz normal, sino desesperada y la voz de cualquier persona bajo desesperación, ansiedad, etc puede variar de entonación.
Quizás no deba pensarlo tanto. Quizás solo deba hacerlo, hacer nuevas amistades y...
–¿Allie?–me llama mamá y salgo de mi ensimismamiento.
–¿Hmmm?
–No te has comido todo el desayuno, ¿estás bien?–pregunta preocupada y niego rápidamente.
–No, nada. Solo estaba pensando en algo.
–¿En el muchacho de la cafetería?–ríe al ver mi reacción y lo afirma–. entonces era eso.
–No, no, no.
–Si, si, si.
–Basta, mamá–l