Mundo ficciónIniciar sesiónLa mención de Imhotep tensó a Ahmose. Ya había sentido la frialdad del Sumo Sacerdote. Pero los rumores si eran ciertos significaban que la intriga se estaba moviendo más allá de las oficinas del templo.
—¿Qué tipo de rumores? —preguntó Ahmose.
—Dicen que Imhotep está reuniendo apoyo entre los nobles más conservadores —explicó Hori—. Que habla de la necesidad de "purificar" la corte, de regresar a las "verdaderas tradiciones". Y que tú y la Princesa son vistos como… una desviación de esas tradiciones. Un peligro para el orden establecido.
Una punzada de preocupación atravesó a Ahmose, pero no por sí mismo. Su mente voló directamente a Nefertari. La había visto melancólica, abrumada por los deberes de la corte, sintiéndose como un adorno. La idea de que Imhotep pudiera estar sembrando dudas sobre ella, sobre su carácter, sobre su posición, lo enfureció.
—¿Y la Princesa? —preguntó Ahmose.







