-¿Qué haces aquí?. - pregunto realmente sorprendida.
Él rueda los ojos y apoya los codos en mi pupitre para estar más cerca. - Un ¿Qué tal? ¿Cómo te ha ido? Estaría más cerca de alguien que pertenece a la alcurnia. - contesta.
Mi columna se endurece y retrocedo unos centímetros, en guardia.
-Ya no pertenezco a esa familia.
-Eh, si, he oído de eso. - comenta divertido. - los chismes vuelan.
-¿Se conocen?. - la voz incrédula de Lucie hace que le preste atención,como también él.
Sus rizos dorados saltan cuando voltea la cabeza en su dirección.
Contestamos al unísono.
-Sí.
-No.-me apresuro a decir.
-Bueno, no tanto como me hubiera gustado. - dice y le guiña un ojo.