Capítulo 3

"Jamás pensé que me casaría," Chase rió flojamente mirando su taza llena de café humeante. Sus dedos se aferraron a ella cuando levantó la mirada. "Esto es extraño."

Heath lo miraba con una seria expresión que le decía que estaba dándole tiempo para que procesara todo. Luego hizo una mueca. "Lo sé. Pero, todavía no estamos acoplados."

"¿Qué?"

El oso giró la cabeza hacia la ventana, dándole una buena imagen de su perfil. Era demasiado guapo. Tenía que ser una broma que este tipo estaba con él y que lo quería. Se mordió la lengua cuando Heath tensó la mandíbula, haciéndolo ver peligroso y jodidamente hermoso junto a esa expresión en su rostro. Buen Dios.

"Para completar el... apareamiento, debo morderte." Sus mejillas se llenaron de color cuando él dijo la última parte. Chase también se sintió sonrojar. Sus ojos se encontraron en un momento muy incómodo.

Suspiró, pasándose una mano por la cara, cerrando los ojos por un segundo antes de mirarlo. "Dime que esto no está siendo incómodo solo para mí."

Heath lo miró fijamente antes de que sus labios se estiraran y una sonrisa abierta iluminara su rostro. "No, no solo tú. Esto... sé que es raro y no parece tener sentido, pero con gente de mi clase esto no es necesario." Sacudió la cabeza aún sonriendo suavemente. "Todo está claro. Olemos a nuestro compañero y completamos en lazo. Todo shifter espera por esa persona destinada a sí. Es lo que hace latir nuestros corazones, es nuestra esperanza de ser felices."

"Y como soy un simple humano, te toca soltar toda la sopa."

"Si," murmuró vacilante.

Chase se concentró en su taza de café mientras pensaba. ¿Qué tan malo sería? Por lo que entendía, él estaba destinado a ser la pareja de Heath y ser su felicidad. Por muy extraño que eso sonaba, una parte dentro de él se calentó con la idea de ser especial para alguien.

Tomó un sorbo de su taza antes de mirar a Heath a los ojos. Sus bonitos ojos claros estaban llenos de incertidumbre, estaba obviamente preocupado también. Sonrió estirando su mano por sobre la mesa para tomar la de Heath. Él rodeó la suya y la envolvió.

"Estoy seguro que podemos llegar a alguna parte," dijo. "Solo si eres solo tú. ¿Solo tienes una pareja?" Si él decía que no, Chase todavía daría marcha atrás. Él no era bueno compartiendo.

Recibió un suave apretón en la mano. "Estoy seguro de que solo eres tú. Mi oso se siente en paz, tranquilo."

"¿Así que no más...?" Hizo un gesto entre ambos.

Heath se rió antes de morderse el labio inferior. "Solo los dos."

"Puedo vivir con eso," dijo sonriendo detrás de su taza, tomando un trago. "Está frío." Hizo una mueca antes de apartar la taza y miró a Heath, luego a sus manos juntas. El hombre no parecía querer soltarlo todavía. Lo seguía mirando con una abierta expresión. "¿Quieres ir a otra parte?"

"Está bien."

Una vez afuera, Heath todavía sostenía su mano. Chase sintió que sus mejillas se calentaban mientras caminaban de la mano. Algunas personas miraban hacia ellos con curiosidad, haciéndolo sentir nervioso. Él era gay abiertamente, pero esto era otro nivel. Bien, no dolía estar de la mano con un hombre tan guapo como un modelo, pero seguía siendo diferente.

"Cuéntame sobre ti," Heath murmuró mirándolo.

"En realidad no hay mucho. Lo que ves es lo que hay." Suspiró y miró hacia su camino. "Hermanos, padres, mi trabajo como enfermero. Eso sería un resumen. ¿Qué hay de ti?" Preguntó mientras se dirigían al parque. Ninguno había propuesto un lugar, solo caminaban sin rumbo. Aunque se alegraba de llegar al parque. Era realmente agradable en una fría tarde.

"Viste a los hombres con los que estaba, vivimos juntos. Y pueden ser un dolor en el culo de vez en cuando, pero tiene sus momentos también."

Sonrió mientras más se acercaban a las bancas. Cuando tomaron asiento en una grande, giró su cuerpo hacia Heath quien se recostó en el respaldar con sus brazos sobre el mismo." Suena a que nunca hay un momento de aburrimiento."

"En realidad, después de tantos años de vivir juntos nos hemos vuelto muy unidos." Sus ojos brillaban cuando giró la cabeza hacia él. "Pero ninguno había encontrado a su pareja."

"Hasta ti."

"Hasta mí," murmuró mirándolo a los ojos. "Los compañeros son lo más precioso de nuestra vida. Nunca sabemos en dónde podemos encontrarlos, solo el destino sabe cuándo y en qué momento."

"Hablas del destino como algo sagrado," murmuró ignorando el nudo en su estómago causado por la manera en que Heath lo miraba.

"Lo es, al menos para nosotros. Es lo que nos da el valor más preciado de nuestra vida." Sus rostros estaban tan cerca que si Chase se inclinaba un poco, sus labios estarían tocándose. Los ojos de Heath se cerraron y su rostro se llenó de tensión. "No tienes idea de lo importante que es el contacto físico con una pareja. La semana que pasé sin verte me sentí enfermo, apenas tenía apetito y estaba desenfocado todo el tiempo." Cuando sus ojos se abrieron, Chase jadeó haciéndose hacia atrás. El color en los ojos de Heath había cambiado a un dorado oscuro. "Por favor, no te alejes. Duele."

"¿Te sientes bien?" Preguntó con suavidad, levantando la mano para tocar la frente de Heath. "Estas ardiendo en fiebre."

"Sí, hace calor." Se rió suavemente cerrando los ojos, su cuerpo se balanceó por un momento antes de que él se estremeciera. Sus ojos se cerraron y luego se abrieron, el color claro estaba de vuelta, pero su piel seguía caliente. "No me siento muy bien," le dijo unos segundos antes de que se desmayara sobre Chase.

"¿Heath? Vamos, responde." Le palmeó las mejillas y lo sacudió, pero el hombre estaba fuera. "M****a." Miró alrededor sin estar seguro de qué hacer. Podía sentir el pulso en su cuello, así que estaba más tranquilo. Pero no comprendía la fiebre y el motivo del desmayo. Palpó los bolsillos del pantalón de Heath hasta que encontró su celular. Tuvo que poner el dedo del oso para poder desbloquearlo, por lo menos. Buscó en sus contactos hasta que encontró el número de la única persona que podía ayudarle.

"¿Sí?"

"Ryder, necesito tu ayuda. Heath se desmayó y no tengo idea de por qué."

"Dime en dónde están."

***       

"Respeto tu manera de permanecer en completa calma." Dominic lo miraba con un profundo ceño fruncido, su voz llena de admiración.

Le dio una sonrisa. "Soy un enfermero. Veo estas cosas y otras mucho peores todo el tiempo."

"Aun así." Se cruzó de brazos sin dejar de mirarlo como si intentara leerlo.

Ryder entró en la habitación seguido de Logan quien estaba al teléfono con alguien. Vio al gran oso sentarse en el amplio sofá y pasarse la mano por su largo cabello. No lo había visto suelto, solo en un moño y debía admitir que se veía caliente. Casi como Jason Momoa, solo que más musculoso y alto. Sus ojos verdes oscuros eran letales y sinceramente sensuales, le daban un aspecto mortal. Él miró a Chase y sintió que se sonrojaba por haber sido pillado observando. Ryder levantó una ceja hacia él.

Se limpió la garganta. "¿Ya sabes algo?"

Él sacudió la cabeza y cerró los ojos, frotándolos con la yema de los dedos. "Solo... no sé. Es algo que no he visto antes. Jamás he estado cerca de un oso que ha encontrado a su pareja. Como puedes ver, ninguno de nosotros lo ha hecho hasta Heath."

"¿Piensas que pudo haber sido el hecho de que se encontró a su pareja, jefe?" Dominic preguntó.

"Podría ser." Entrecerró los ojos antes de mirar a Chase. "¿Ya te mordió?"

Sintió que sus mejillas se encendían mientras le sostenía la mirada a Ryder. "No," murmuró fríamente. El hombre levantó una mano y le dio una mirada de disculpa.

"Solo necesito saber," le dijo.

"Maldición, si yo fuera Heath te abría marcado ese mismo día," Dominic bufó pasándose las manos detrás de la cabeza. "Es un jodido romántico. Si yo encontrara a mi pareja, lo marcaría y no lo dejaría escapar y viviríamos felices para siempre."

"¿Y Heath es el romántico?" Preguntó Logan entrando a la habitación, empujando a Dominic a un lado antes de lanzarse a ellos. "Llamé a Chelsea."

"¿Quién es Chelsea?" preguntó suavemente a ninguno en específico.

"Su hermana," Ryder respondió antes de fijar su atención en Logan. "Dijiste que ella había encontrado a su pareja."

"Por eso la llamé. Y me contó algo muy loco," se rió mientras se inclinaba sobre sus piernas, codos descansando sobre sus rodillas. "Pasó por algo a lo que su pareja llama 'calor de apareamiento'."

"Explícate" Ryder dijo.

Sí, Chase también estaba curioso.

"Dijo que cuando ambos se conocieron, sintieron la atracción inmediatamente. Todos sabemos eso, pero dado que solo se vieron por un momento, y aunque se reconocieron, ella tuvo que irse. Pero en el tiempo en el que ambos estuvieron separados, los dos presentaron síntomas parecidos a los de Heath. No se detuvo hasta que completaron su apareamiento y ella terminó embarazada."

"Básicamente, Heath tiene que embarazarte para que su fiebre pare," Dominic le dio un suave golpecito en el brazo mientras sonreía.

"¿Es una broma, ¿verdad?" Preguntó sintiendo que el sudor frío estallaba en su piel. Miró a Ryder. El oso lo miró fijamente por un momento antes de apartar la mirada. Se giró hacia los otros dos. "Dime que estás bromeando, por favor."

"Yo, um, no lo sé." Logan se frotó la parte posterior del cuello y evitó su mirada.

"Son shifters, ¿nunca han escuchado de un hombre embarazado?"

"Primero, necesitas calmarte," Ryder habló con calma. "Ni siquiera estamos seguros de que sea eso."

"Hace unas semanas me enteré de que ustedes existen. Ya no sé qué más puede ser real."

Se levantó antes de que uno de ellos dijera algo más. Se tambaleó un momento, pero luego se enderezó y fue a la habitación de Heath. Cerró la puerta detrás de sí y se apoyó en ella antes de fijar su vista en Heath. Había permanecido dormido por un par de horas a este punto. Ryder dijo que no sería una opción llevarlo al hospital porque le harían pruebas de sangre y encontrarían algo diferente. Así que solo estaba aquí, mientras todos esperaban a que despertara.

Caminó despacio hacia él, frotándose los brazos intentando quitarse la fría sensación de encima. Tomó asiento en la silla a un lado de la cama y se limitó a mirarlo.

"¿Vale la pena todo esto, Heath?" preguntó. "Estoy asustado. No voy a mentir. Hay cosas que no comprendo y que no sé si me gusten. Tu mundo es algo loco," se rió con suavidad. Tentativamente alcanzó la mano de Heath y la apretó en la suya. "Mi vida era tan tranquila hasta que los conocí. Hazme pensar que vale la pena, por favor. Si no, no sé qué va a pasar." Le dio un beso en la palma abierta antes de intentar peinar su cabello y tomar su pulso nuevamente. La piel seguía caliente, pero había comenzado a disminuir el calor con paños de agua fría.

Le dio una última mirada antes de salir de la habitación. Ryder miraba un programa en la televisión, Dominic estaba metido en su celular y Logan preparaba algo en la cocina. Ryder miró hacia él.

"Me tengo que ir," le dijo, señalando la puerta por encima de su hombro.

"Te llevaré." Apagó el televisor y lanzó el control hacia Dominic antes de seguirlo. Cortamente se despidió de los otros dos chicos con una oleada de mano.

El camino de regreso fue en silencio. Ryder se veía sumido en sus pensamientos y él en realidad no sabía qué decir. Estaba confundido y sin saber qué hacer y al mismo tiempo preocupado por el bienestar de Heath.

Estaban llegando a su casa cuando Ryder habló.

"No piensas dejarlo, ¿verdad?" Sus ojos perecieron fijos en el camino, más sabia que la atención estaba puesta sobre él.

Lo miró por un momento antes de apartar la mirada.

"Él ha estado esperando por su pareja por mucho tiempo. Abandonarlo lo destrozaría," había una gota de presión en voz, casi sonaba como si estuviera rogándole. Su corazón se oprimió al instante.

"No lo voy a dejar," murmuró una vez estuvieron frente a su casa. "Sé que fui destinado a él, pero él también fue destinado a mí. ¿Por qué iba a querer perder a quien puede ser mi felicidad?"

El oso se giró hacia él sin decir una palabra. Sus ojos brillaban con orgullo, y aunque no lo dijo, su cuerpo demostró que estaba aliviado de escuchar eso. Le regaló una sonrisa antes de bajar de la camioneta y abrir la puerta de su casa.

Al momento en que puso un pie dentro, se detuvo. Cerró la puerta con extremo cuidado y se arrastró a lo largo de la pared hacia la cocina. ¿Cómo había alguien entrado aquí? Él jamás dejaba nada sin seguro. Solía vivir en la ciudad, él no era tonto. Con el corazón latiendo con fuerza, se inclinó y observó en su cocina. Hizo una mueca antes de separarse y entrar a la cocina.

"¿Interrumpo?" preguntó, sus manos en la cadera.

Ojos marrones lo miraron mientras tragaba un emparedado de lo que parecía ser mantequilla de maní. El chico miró a todos lados, seguramente buscando una salida.

"No te irás."

"Tenía hambre," respondió temblorosamente. Sus manos se apretaron contra su pecho desnudo. Su parte inferior apenas cubierta con ropa interior que Chase había comprado.

"¿Cuándo despertaste?"

"Um," las mejillas del chico se llenaron de color. En su piel tan pálida resaltaba enormemente. "¿Hace una hora?"

Chase entrecerró los ojos. "¿Por qué no te creo?"

El chico suspiró y asintió. "De acuerdo. Yo podría tener... un par de días despierto." Sus manos subieron al aire mientras sonreía inocentemente.

"¿Un par de días?" gritó. "¿Me estás diciendo que has estado viviendo en mi casa por dos semanas y despertaste hace un par de días y no pensabas decirme?"

"Te iba a decir, lo juro. No tengo a dónde ir, solo pensé en quedarme por un tiempo."

Su expresión apretada le hizo retroceder un paso en su ira. Se giró sosteniendo el puente de su nariz contando hasta diez. Una vez se sintió más calmado, se volvió a él.

"¿Cómo te llamas?"

"Eric," respondió.

"¿Eres el ciervo, no es así?"

Bajando la cabeza, Eric asintió. "Sí. Gracias por salvarme la vida." Sus ojos brillaban cuando levantó la cabeza. "Pudiste dejarme ahí, pero tú me ayudaste y me trajiste a tu casa, te debo la vida."

"No, está bien." Lo miró todavía un poco molesto, pero asintió. "¿Qué has estado comiendo?"

Eric señaló el emparedado. "Básicamente. Y agua. No quería que notaras nada fuera de lugar."

Y tenía razón. Chase ni siquiera recordaba tener mantequilla de maní. Y apenas había tomado rebanadas de pan desde que había estado tomando sus almuerzos y cenas junto a Heath.

"De acuerdo. Pero tenemos que hablar al respecto." Suspiró antes de buscar una botella de agua. "¿Tienes hambre? Pareciera que pudieras comer algo más que eso."

Eric se sonrojó y bajó sus manos a su pequeño estómago. "Eso creo."

"Tranquilo, no estoy juzgando. Mi pareja me ha hecho comer tanto fuera de casa que ya tengo rollitos también." Le sonrió antes de apartar la mirada cuando sus pensamientos se fueron hacia Heath. Quería regresar a él y revisarlo nuevamente, pero tenía turno esa noche y apenas había descansado un poco.

"Uh, ¿pareja?" Eric se sentó sobre la silla del mostrador mirándolo con curiosidad.

"Sí."

"Jamás había escuchado de un humano y un shifter. Las parejas que conozco eran dos shifters. Esto es nuevo. ¿Qué es?"

"Un oso," respondió con una sonrisa. Se había sentido bien y orgulloso de decir que su pareja era un oso. Y uno hermoso.

"Oh, wow. Un chico grande, ¿eh?" Preguntó soñadoramente. "Me encantaría encontrar a mi pareja."

"¿En serio?" preguntó de espaldas a él.

"Por supuesto. Todos los shifters queremos eso. Claro, encontrarlo sería increíble, pero tal vez pasen años antes de que lo haga."

Dejó agua calentando antes de girarse, apoyando la cadera contra el mostrador. Se cruzó de brazos y lo miró mientras él suspiraba. "¿Cuánto tiempo?"

"Mis cientos de años si es necesario."

"Disculpa, ¿dijiste cientos?" Apretó sus dedos alrededor de sus brazos esperando la respuesta. Algo le decía que no le iba a gustar la respuesta.

Eric lo miró con cautela, inclinando la cabeza a un lado. "¿Cuánto tiempo llevas con tu pareja?"

"Un par de semanas."

"¿Y él no te ha dicho nada? Oh, chico." Eric sacudió la cabeza. "¿Si quiera te marcó?"

"No. No todavía," murmuró.

Asintiendo, Eric se limpió la garganta antes de hablar. "Los shifters vivimos por muchos, muchos años. Es todo lo que voy a decir. Que tu pareja te explique con más detalles."

"Pero soy un humano..."

Los ojos de Eric se abrieron como platos. "Oh, no, no te preocupes por eso. Una vez acoplados, ambos deberían vivir por el mismo tiempo. Así funciona con shifters, no creo que con humanos sea diferente. En ese caso no tendría sentido que se nos diera parejas humanas." El chico le regaló una agradable sonrisa mientras asentía.

Se giró y preparó la cena en silencio, sintiendo la mirada de Eric puesta en él. Cenaron en silencio. Casi podía decir que estaba disfrutando de la compañía del chico. Tenía una sorprendente energía y gran facilidad para hablar lo que facilitaba la conversación. Eric le contó sobre su vida y cómo había estado vagando por su cuenta desde que sus padres fueron asesinados por cazadores. Justo como cuando lo encontró, no pudo evitar pensar en ello. Ahora se alegraba de haberlo encontrado. Eric merecía una segunda oportunidad para vivir y poder encontrar a su pareja. Además de que él era lindo y adorable. No se lo diría, él probablemente patearía su trasero.

Conversaron hasta que él tuvo que salir hacia el trabajo. Pero se aseguró que Eric estuviera cómodo y supiera en donde se encontraban las cosas. Se sentía como en la universidad, compartiendo el piso con alguien más. Era agradable. Además, el chico había soltado muchas cosas sobre los shifters, pero no mencionó nada sobre embarazos.

Una vez estuvo en su turno, unas horas más tarde, recibió un mensaje de Ryder diciendo que la fiebre de Heath había disminuido. Eso significaba que no habría embarazo, ¿verdad?

Joder. Eso esperaba.

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