Capítulo siete
Me aferro con todas mis fuerzas a la chaqueta de Neftali, los autos van quedando atrás con todo el tráfico que se genera en el atardecer mientras que la brisa revolotea mi larga melena semi-oscura.
Todo sea por un bien.
Mira en que me he metido por culpa de ese loco maniático acosador de cabello negro y ojos azules, esto es impresionante. Si tan solamente él no se hubiese metido en mi vida...
Concentrate mejor en lo que le dirás a la persona que agarras con tanto fervor en vez de pensar chorradas, porque sabes que él también mirara el contenido de ese ordenador.
Ruedo mis ojos, aunque tampoco le falta razón a la loca de fally, y una de mis estrategias es decirle la verdad, sin embargo puede alterarse y mandar todo a la mierda y entonces perderé mi batalla, pero es que no s&eacut