Capítulo treinta
Pov Elián
Siento su nerviosismo en el aire y bajo una mano hasta su cintura para pegarla totalmente a mi cuerpo.
Con que no eres inmune a mis encantos, eh.
—Suel... Suéltame —tartamudea y muerdo mis labios sin poder evitar reír, tomo su barbilla con cuidado y delineó sus lindos labios rosados.
—¿y si no quiero? —susurro viendo sus ojos más brillosos de lo normal, bajo a sus labios y concentró toda mi atención en ellos —justo ahora solo estamos tú y yo solos en esta —miro hacia arriba tratando es escuchar a alguien más en los pisos de arriba, pero no noto a nadie—gran mansión, —bajo a sus ojos —y tú desventaja es que estás en mi territorio y no en el tuyo.
Traga grueso y sus labios