El auto de color oscuro estaba estacionado a seis cuadras del lugar de la reunión, casi dentro de un callejón. Dentro, el rostro de Vincet era todo un poema.
Y como no serlo si su pareja, la mujer que amaba y había jurado proteger se iba directo al peligro en pocos segundos. Se estaba arrepintiendo en todo el sentido de la palabra. Y lo exudaba por cada poro de su cuerpo.
-Vincet- la mano de Alicia se posó sobre su antebrazo haciendo que se sobresaltara. Giró el rostro hacia un lado y la miró con la mirada oscurecida.
-será mejor volver- dijo con la voz grave- No quiero ponerte en peligro. Buscaremos una mejor op…
-No- Alicia lo interrumpió y hasta el mismo Lukas que iba en la parte de adelante del auto se sorprendió. Ella normalmente era muy tranquila y no se imponía, pero esta vez parecía muy decidida en lo que quería hacer- Cada minuto que pasa pone en peligro a Juliana. Debemos actuar lo más rápido posible y esta vez no quiero quedarme de brazos cruzados.
Vincet apretó los labios