El sacerdote Williams trabajaba a toda máquina para descubrir lo que realmente estaba pasando. Tenía el presentimiento de que había algo oculto e iba pronto a llegar a saber que era esa cosa. Había pasado toda la noche despierto cuidando a los demás y a la máscara. Estaba agotado mentalmente de todo lo que había ocurrido la noche anterior, pero no quería pausar ni un segundo su investigación.
— Sacerdote Williams, es hora de ir a descansar. Necesitamos despejarnos un momento para continuar, si se aproxima una lucha entonces debemos estar descansados para ello. — El padre pedía al sacerdote volver luego.
— Pero no podemos perder ni un minuto, ¡Es muy importante obtener toda la información que se pueda en el menor tiempo posible!
— Lo es, por supuesto que lo es… Pero también debe pensar en que usted necesita reponer las energ&iacut