James ardió en llamas y a pasos tremendos se acercaba a Elena.
— ¡¿Esto es lo que me merezco?! — Gritaba a la vez que caminaba por todo el interior de la sala y cocina. — ¡James! Escúchame. — ¿Tú creer que quiero oírte, Elena?. — ¡Por favor! — ¡Esto es la gota que derramó el vaso! — ¡Ni si quiera tienes idea se lo que está sucediendo aquí! — ¿Crees que soy estúpido?. — Cálmate. — "Cálmate, cálmate" Ya vas a empezar y con eso no vas a arreglar nada. — Necesito que me escuches. — ¿Sabes todo lo que he pasado hoy, Elena? Fui burlado, fui rechazado y cuando por fin alguien me cuenta sobre