44| Peligro inminente.
Esther dejó la camioneta en el estacionamiento y corrió dentro del hospital. Cuando se encontró con su hermano el hombre le dio un brazo.
— Ya hablamos con los doctores, él está bien, ya despertó… ¿A quién mataste? — Esther bufó muerta del cansancio y el estrés.
— Luego te cuento — caminó hacia Portia y le dio un fuerte abrazo — lamento haberte golpeado.
— Yo lo pedí — le dijo la gemela — después hablamos de eso, pero ahora tenemos otro inconveniente, acá la señorita dijo que se va a casar con el amigo de Leonel — Helene le sonrió con incomodidad.
— No sé porque todos dicen que es muy pronto — le contó a Esther cuando la abrazó.
— ¿Tal vez es porque así es? — Helene bufó.
— La verdad, esta vida es muy corta como para perderla en eso, mi hermano Oliver se casó con Lia por contrato y se amaron, tú y Leonel, bueno, ya sabemos cómo se casaron y mira, ahora se aman. Es el destino — Esther miró a los otros dos para que le ayudaran, pero ellos se encogieron de hombros, se notaba que ya la ha