37| Atrapadas.
Esther sintió la dura empuñadura del cuchillo que Emily le ofrecía y pasó saliva cuando lo asió en la mano.
— Necesitaré esto de verdad? - le preguntó a la vagabunda que la miró entornando los ojos.
— ustedes no saben nada, ¿Verdad? No saben en qué se están metiendo.
— lo sabemos muy bien — le dijo Leonel y luego se dirigió a Esther que aún tenía el cuchillo en la mano, sujetándolo como si la empuñadura la quemara — te esperaré aquí — la agarró por los hombros y la atrajo para darle un fuerte abrazo.
— Todo estará bien, te lo prometo.
— Ahora iré con Dora a llevarle sus medicinas y a tratar de convencerla de ir a mi casa, una vez mas, pero las esperaré en la salida de los territorios de Dorian — le dio una mirada amenazante a Emily — cuida a mi esposa — la muchacha dio la vuelta y avanzó por la oscura calle y esther le dio una última y fugaz despedida a Leonel.
Cuando alcanzó a Emily casi tuvo que correr a su lado.
— No puedo creer que me convencieron de esto — dijo y Esther bufó.