capitulo 3

Hary, punto de vista...

Intenté escaparme de su agarré, pero no lo logré, y cuando me bajó de sus brazos casi me caigo, pero este insolente se aprovechó de mí y comenzó a besarme, no puedo negar que me derretí como mantequilla con aquel besó, lo único que arruinó todo fue que Mossy salió como una loca desquiciada de adentro de la casa, con una escoba en la mano dispuesta a golpear a aquel hombre.

Intente interponerme, pero no lo logré, él tuvo que correr, subir a su auto y escapar.

Luego Mossy volvió a mirarme, y se dio cuenta de mi accidente.

Se quedó sorprendida por el yeso en mi pierna, y preguntó apresurada - ¿Estás bien?, ¿qué te ocurrió?, Hace apenas una hora estabas bien, estabas feliz porque te habían contratado - 

Comienza a caminar hacia mí, - Pensé que ese tipo te estaba atacando, como escuche que estabas quejándote y peleando con alguien, pero no creí que en realidad te estaba ayudando - Da un gran suspiro - Ay Hary, ¿qué haré contigo? - Me pregunta un poco cansada.

Ya mis amigas estaban tan acostumbradas a verme accidentada, que muchas veces terminaban enojadas conmigo cuando no quería recibir ayuda de los demás.

Me ayudó a entrar a la casa.

Luego me senté en los muebles de la sala.

Y ella se sentó a mi lado, para luego comenzar con su interrogatorio. - ¿Y quién era ese hombre?, Hary el tipo era muy apuesto, si no hubiera creído que se estaba aprovechando de ti, hasta le hubiera pedido su número de teléfono - Me dice de manera descarada.

Coloque los ojos como platos al escucharla decir todo eso. - Él es un empleado en la empresa en donde me contrataron, es contador, solo sé su apellido, pero no me dijo su nombre, aunque yo tampoco le dije el mío, solo me conoce como La señorita Connor - Le respondo un poco nerviosa.

Me miro fijamente a los ojos, para luego decir - Es decir, ahora te besas con extraños, y de tu nuevo empleo, qué osada eres Hary, ja, ja, ja, ja -

Mi cara se puso roja de la vergüenza. - No, no, no, yo no lo quería besar, él fue quien me besó a mí dos beses, la primera en el hospital, y la segunda aquí en la entrada - Le digo como tonta intentando excusarme.

Mi amiga comienza a reír. - Qué osada te has vuelto Hary, ja, ja, ja -

Yo le arrojé un cojín a la cara, para qué dejará de burlarse de mi desdicha.

Kan, punto de vista...

Luego de que aquella loca mujer me persiguiera con una escoba de barrer por unos segundos antes de llegar a mi auto, decidí ir a comprar algunos bocadillos para mis hijos, sé que mi hijo mayor no me perdonará por llegar tarde.

Compre algunas cosas, y luego llegué a la mansión.

Fui directo a la sala de cine que teníamos en la casa.

Mis hijos menores salieron corriendo a abrazarme, mientras que mi hijo mayor estaba jugando ajedrez con mi padre.

Mi padre se acercó a mi molesto. - ¿Por qué llegas tarde? Sabes mejor que nadie lo importante que es para estos chicos que llegues a la hora correcta - Me dice con cierto tono de reproche.

Lo miré tranquilamente antes de responder. - Sin querer atropellé a una chica en el estacionamiento de la empresa, así que tuve que llevarla al hospital, y luego a su casa - 

Mi padre me arrojó uno de sus zapatos, el cual esquivé con mucha agilidad, ya estaba acostumbrado a que hiciera eso, aun después de que me case. - Si lo que te preocupa es si la chica está bien, si lo está, no nos demandará ni nada - Le digo intentando defenderme.

- Para esa clase de situaciones es que debería de ser útil tu asistente - Me grita furioso.

Doy un gran suspiro, porque a veces no logro entender a mi padre, me habla de caballerosidad, y de respeto por las mujeres, pero cuando se trata de sus nietos esas reglas se le olvidan. - Solo hice lo correcto, no podía dejar a esa mujer en medio del estacionamiento malherida -

Luego de disculparme con mis hijos, que ellos aceptarán mis excusas, pasamos toda la tarde viendo películas y comiendo pizza, hasta la hora de dormir, en donde le leía un cuento a todos.

El fin de semana paso volando y no lograba sacar a aquella hermosa chica de mi mente, ya era lunes, debía volver a mi rutina, pero había algo que no esperaba...

Llegué a la empresa como siempre, primero debía pasar por el laboratorio de catadores, y allí estaba ella con un hermoso vestido azúl ceñido al cuerpo que resaltaba su hermoso trasero.

Entré al laboratorio, todos me saludaron, pero ella estaba un poco tímida, quizás porque aún recuerda nuestros besos de aquel viernes.

Me acerqué a ella de forma discreta, y le dije - Señorita Connor, necesito que me acompañé a mi oficina para qué llené algunos formularios de pago, y de su seguro médico -

Ella asintió un poco nerviosa.

Luego me siguió hasta el ascensor, entramos, llegamos al piso en donde estaba mi oficina, saludé a Dennis, él ya sabía que hacer, mantener a todos alejados de mi oficina, más cuando había alguna mujer de visita.

Entramos a mi oficina, cerré la puerta.

La tomé de la cintura, y comencé a besarla, esta mujer me despertaba un inmenso deseo, no quería estar sin besarla ni un segundo más en el día.

Ella me correspondió un poco tímida, pero intentaba seguirme el paso.

colocó sus brazos sobre mis hombros, haciendo que nuestras bocas se fundieran en un fuerte deseo.

Me alejé un poco para tomar aire, ya que nuestro beso era tan apasionado que nos dejaba sin respiración. - Qué deliciosos saben tus labios señorita Connor, apropósito, nunca me dijiste como te llamabas - Le digo coqueto, pero sin sobre pasarme con ella, ya yo sabía que se llamaba Hary, pero debía esperar que fuera ella quien me dijera su nombre.

Ella un poco agitada aún me responde nerviosa - Mi nombre es Hary, ¿Y tú como te llamas? -

Le acarició la cintura, mientras pongo mis manos levemente en su redondo y lindo trasero.

Le doy una sonrisa, es un nombre hermoso y sutil. - Mi nombre es Kan Welter, si tengo nombre de perro en inglés, culpa a mi padre, su nombre empieza por la K - Le digo en forma chistosa.

Ella me vuelve a besar, pero esta vez de manera romántica, o no, no, no, yo sabía que venía después de que una mujer me besaba así.

Todas quieren un novio, y compromiso, yo solo quiero divertirme, y continuar soltero para cuidar con dedicación de mis hijos, ninguna mujer que he conocido es lo suficientemente buena como para presentarle a mis hijos, ni siquiera Hary.

Yo solo quería tener sexo con ella, no enamorarme, no noviazgo, no matrimonio, eso no estaba ni estará en mis planes, ¡Jamás!

Fuimos interrumpidos por un toque en la puerta.

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