Al notar que él mantenía una distancia prudente, Kylie consiguió relajarse un poco.
Aun así, su cuerpo seguía tenso y no podía dormir bien.
Desde la muerte de su madre, siempre había dormido sola, y ahora tener a alguien a su lado la inquietaba.
¿Cómo iba a soportar tres años con ese hombre? Le preocupaba.
Por ahora, solo podía esperar comportarse bien durante un mes y pedir que durmieran en camas separadas.
—¿Lees un libro si no tienes sueño? —le mostró el libro que tenía.
Kylie miró la portada: Los movimientos más nuevos en artes marciales.
Si leía aquello, terminaría queriendo golpear a ese bastardo. Negó con la cabeza.
—¿O quieres leer otra cosa? —Ethan dejó su libro y se inclinó hacia ella.
—¡Aléjate! —Kylie se tensó, lista para defenderse si él hacía algo más.
Ethan silbó.
—No te pongas nerviosa. No estoy interesado en ti por el momento.
—¿No interesado… o no capaz?
Aunque no quería que pasara nada entre ellos, ser rechazada hería su orgullo.
—Parece que quieres que haga algo —r