*—Aimee:
Esto no podía estarle pasando.
Aimee dejó caer la prueba usada en el bote de basura y cerró los ojos al sentir cómo las lágrimas comenzaban a acumularse. Había querido creer que, si mantenía una actitud positiva, todo saldría bien, pero después de obtener dos resultados positivos en tres pruebas, sabía que la había cagado. Y en serio.
Después de que el servicio de entrega llegara con su pedido, las tres se habían reunido en la habitación de Aimee, mirando las cajas de las pruebas sin atreverse a abrirlas. Finalmente, Aimee decidió enfrentar la verdad. Tomó una caja y se dirigió al baño. Cuando terminó con la primera prueba, la dejó sobre la cama y se sentaron a esperar el resultado.
Cuando la pequeña pantalla mostró el veredicto, fue Regina quien lo revisó. Soltó un suspiro de alivio y sonrió, lo que calmó un poco a Aimee. Sin embargo, aún quedaban dos pruebas más por realizar. La tensión se mantuvo mientras Aimee repetía el proceso. Esta vez, Abby se ofreció para mirar el seg