"una prueba de amor es mas que suficiente"
Grayson
La luz del amanecer se filtraba por las cortinas de lino, bañando el cuarto con un dorado suave y cálido. Me removí apenas en la cama, y lo primero que sentí fue su piel contra la mía. Azura dormía aún, desnuda entre las sábanas, con su cabello desparramado sobre el pecho como una cascada oscura. Deslicé los dedos por su cintura, acariciando su piel suave. Se estremeció y murmuró mi nombre con una voz rasposa, somnolienta.
—Grayson…
—Buenos días, mi luna —susurré contra su cuello, dejando un beso lento justo en la curva donde su pulso latía con fuerza.
Sus labios se curvaron en una sonrisa que me hizo perder el aliento. Se giró, envolviéndome con sus piernas, presionándose contra mí sin vergüenza, con esa intensidad con la que siempre venía a mí cuando no había nadie más en el mundo salvo los dos.
—No tenemos ninguna reunión ahora, ¿verdad?
—No —mentí, besándola con hambre—. Nadie nos va a molestar.
La besé más profundo, mi cuerpo rea