“el miedo siempre está dispuesto a ver las cosas peor de lo que son”

Azura

El cielo se alzaba gris y pesado, como si presintiera lo que estaba por suceder.

Las ruedas del vehículo avanzaban sobre el terreno firme con un sonido casi hipnótico, y aun así, dentro del coche, cada segundo se estiraba hasta volverse eterno. El silencio era casi insoportable, aunque no incómodo. Grayson estaba a mi lado, en el asiento trasero de la limusina negra que nos llevaba directo al territorio de la manada Sombras de Hielo. Esa que algún día llamé "hogar", aunque nunca me tratara como tal. Esa que me vio como esclava, basura, un error viviente. Esa que me marcó como Omega… cuando en realidad mi sangre era aun mas pura.

Respiré hondo. Una vez. Otra vez. El corazón latía con fuerza bajo las capas de tela. Un vestido celeste claro, de seda fina, abrazaba mi cuerpo como una segunda piel. Llevaba encaje blanco en los bordes, delicado pero firme, como yo. Mostraba mis hombros y el escote era apenas insinuan