Levi la abrazó con cariño y Dominic simplemente se mantuvo apartado, en especial de la mirada iracunda de Alessandro.
—Vamos al hostal donde me estoy quedando—dije.
Eventualmente, pedimos dos taxis y nos dirigimos allá. Rentamos más habitaciones y el dueño estuvo muy feliz de presentárselos a todos.
—¿Están seguros que quieren recuperar a la esposa secuestrada de este muchacho? —preguntó de repente, haciendo que todos se sorprendieran.
—Espere, ¿Dijo secuestrada? —Levi se levantó de golpe y Dominic lo sujetó por si desmayaba y volteó a ver a Keith— ¡Dijiste que ella se había perdido y no la encontraban!
—¿No los pusiste al tanto? —me dirigí también al abogado y este se desconcertó.
—No dije toda la verdad porque podrían tomarlo muy mal—se excusó Keith
—Díganme que esto es una estúpida broma—balbuceó Levi, horrorizado.
Le envié una mirada desdeñosa a Keith y tuve que arriesgarme al acercarme al chico, sabiendo que podría golpearme.
—Esto se va a solucionar…
Intenté agarrarlo del hombro