POV de Diego
La tensión en la habitación era palpable. Mis aliados más leales estaban reunidos, sus rostros serios, sus miradas llenas de determinación, pero también de incertidumbre. Sabían que esta noche marcaría un antes y un después en nuestras vidas.
Me apoyé en la mesa de la sala de reuniones y recorrí con la vista a cada uno de ellos.
—No hay margen de error —dije con voz firme—. Hemos trabajado demasiado para llegar hasta aquí. Nos han atacado desde las sombras, han intentado destruirnos, y esta es nuestra oportunidad de cerrar este capítulo de una vez por todas.
Adriana estaba a mi lado, su mano descansando sobre la mía por un breve momento antes de apartarla. Sabía que estaba tan preocupada como yo, pero su lealtad era inquebrantable.
Robert fue el primero en hablar.
—Todos estamos contigo, Diego. Pero tenemos que ser inteligentes. Ellos tienen ventaja en los números y en los recursos.
—Nosotros tenemos algo mejor —dije, apoyándome más en la mesa—. Conocemos sus debilidades.