POV de DIEGO
Verla sonreír otra vez fue como poder respirar después de haber estado ahogándome durante semanas.
Adriana estaba sentada a mi lado en aquella vieja banca del parque, su cabello ondeando ligeramente por la brisa. Cada movimiento suyo era una pequeña victoria para mí. Cada mirada que me regalaba era un recordatorio de que no podía darme por vencido.
No esta vez.
—¿Te gustaría caminar un poco? —pregunté, rompiendo el silencio que, por primera vez, no me resultaba incómodo.
Adriana asintió, poniéndose de pie con esa elegancia natural que siempre me había encantado.
Comenzamos a caminar despacio, sin prisa. El sol de la tarde teñía todo de un color dorado, como si el mundo nos estuviera dando otra oportunidad.
—¿Recuerdas la primera vez que vinimos aquí? —preguntó ella, mirando hacia un rincón del parque donde había un pequeño carrusel.
—Claro —respondí, sonriendo—. Me obligaste a subir contigo al carrusel y casi me caigo del caballo de juguete.
Adriana soltó una carcajada qu