POV de Diego
Sabía que él y Elena estaban detrás de todo esto. No hacía falta ser un genio para conectar los puntos. Dave siempre había sido ambicioso, demasiado ambicioso, y Elena... ella era la maestra del engaño, capaz de manipular cualquier situación para su beneficio. Su alianza era una amenaza directa, una que no podía ignorar.
En la sala de reuniones, mis manos se cerraban en puños sobre la mesa mientras escuchaba a mi equipo hablar sobre los retrasos. Mi abuela, sentada al otro lado de la mesa, me observaba con esa mezcla de decepción y preocupación que tanto odiaba.
—Diego, esto no es lo que me prometiste —dijo finalmente, su voz calmada pero llena de autoridad.
—Sé lo que dije, abuela. Y voy a solucionarlo.
Ella levantó una ceja, escéptica.
—Espero que así sea. Porque si no puedes manejar esto, quizás deba reconsiderar algunas decisiones sobre el liderazgo de esta empresa.
Sus palabras eran como un veneno que corría por mis venas. Mi abuela siempre había sido mi mayor apoyo,