Joy estuvo sonriendo la mayor parte del tiempo. En el último momento, actuó como si fuera obediente a Wallace, pero justo después, hizo algo que nadie esperaba.
¿Qué pasó con los guardaespaldas que envié para cuidar a Bambi?
Wallace la miró con rabia y exclamó: "¡¿Cómo te atreves?!".
"¿No me conoces? ¿Crees que no era lo suficientemente atrevida? Por más que intente adularte o complacerte, es inútil. Así que prefiero hacer algo que te haga daño. Si la quieres a salvo, pasa la noche conmigo. Una vez que consiga lo que quiero, la dejaré ir. ¿Qué dices, Wally?".
Wallace maldijo a Joy con rabia mientras ella abofeteaba a Bambi.
Bambi era una niña muy fuerte y obstinada. No lloraba en absoluto. En cambio, se limitó a mirar a Wallace con sus ojos rojizos y dijo: "No quiero que me salves. Te odio. Aunque vaya a morir aquí, no necesito que me salves".
Tal vez Wallace sintió que Bambi no sabía apreciar su ayuda, así que la regañó. "¡Cállate! ¿Crees que quiero salvarte? ¡Qué pequeña escori