Capitulo 26. Dormidos
Pensó que cerraría los ojos por un momento, pero resulto que no se había percatado de lo cansado que se encontraba su cuerpo. Y después de que Casey lo dejara con una enorme erección, más agotamiento sentía. El sentir la suavidad del sofá, Cauther poco a poco fue cayendo rendido en un profundo sueño. La copa que sostenía cayó libremente en el suelo, derramando el líquido rojizo sobre la alfombra.
Su cuerpo se relajó a tal extremo que no escuchaba nada más que el palpitar de su corazón… y entonces, se quedó completamente dormido.
Con cautela, a esas horas de la noche, Casey bajaba las escaleras a oscuras. Aquella casa por las noches era fría y tenebrosa. Y de paso bastante solitaria. Aun así, continuo bajando los peldaños. Después de revisar todo el piso de arriba, no encontró a Cauther por ningún lado y asumió que estaría en la parte de abajo, en algún tipo de despacho. De pronto a lo lejos la pelinegra, observó el fuego de la chimenea extinguirse. Pensó que era muy peligroso dejarla