Luna caminaban dando miles de vueltas en la habitación sin tener información alguna sobre la situación de Lord. La noche ya estaba cayendo y simplemente le habían llevado comido pero el guardia no le había respondido ninguna de sus preguntas y ya ella se estaba desesperando.
Necesitaba saber cómo estaba él, después de todo no lo había dejado en su mejor estado.
Se dejó caer en la cama de la habitación a la que había sido llevada mordiéndose el pulgar. La marca en su cuello había estado latiendo durante todo el día, a veces de una forma insoportable, otras muy caliente, a veces se calmaba como ahora, pero él área estaba roja e inflamada.
Su corazón latía en su pecho ahogado de la angustia y solo quería, deseaba al menos saber si él estaba bien.
Por suerte una hora después por la puerta entró Senas con el rostro agotado y algo pálido. Ella se levantó y caminó rápido hacia él.
-¿Cómo está Lord?- le preguntó hablando muy rápido tanto que él lobo se tuvo que tomar unos segundos para analiz