Capítulo 111 —Mango con aceitunas
Narrador:
Los días pasaban, pero la euforia por el bebé que venía en camino no disminuía ni un poco. Al contrario, parecía crecer con cada amanecer. En la mansión, todo giraba alrededor de Aylin, como si llevar una nueva vida dentro la hubiera convertido en el centro gravitacional de la familia. Y ella, aunque a veces se sentía un poco abrumada, lo vivía con una mezcla de asombro y ternura. Fue una tarde, mientras estaban todos reunidos en el comedor, cuando llegaron los primeros signos de que las cosas no serían tan tranquilas. Aylin dejó el tenedor a un lado y miró a Roman con una expresión entre concentrada y desesperada.
—Necesito algo urgente.
Roman, que ya había aprendido a no entrar en pánico por frases así, le sostuvo la mirada.
—Dime que necesitas, mi amor.
—Helado de mango con aceitunas.
Un segundo de silencio, luego dos. Dominic se atragantó con el agua, Eros dejó el tenedor suspendido en el aire y Sasha parpadeó varias veces.
—¿Qué? —solt