—Conociendo tu trayectoria ahora vas a decir que te enamoraste de ella, hazme el favor y deja la doble cara aun lado y no me hagas reir.
—Digo la verdad.
Solto el agarre que había echo en mi ropa obligándome a dar algunos pasos hacia atrás, algo en mi pedía a gritos que debía de preguntar aquella duda que nació en mi minutos antes tras escucharle mencionar la palabra lobo.