Salí del auto y en seguida pague a aquel señor por el trayecto recorrido, amablemente le pedí que me dejara en la entrada y así lo hizo.
No quería que nadie me notase y que mucho menos ella me viera en dado caso que se regresara antes, así que subí por un costado por donde los árboles toman gran parte del camino y seguí hasta llegar a la sima, me escondía entre la espesura del bosque a cada paso que daba.
Camine, camine y luego de algunos minutos llegue, la observe recostada tan