—No puedo creerlo, ¿esto es en serio? —El auto se detuvo en la Villa Winter. Rachel, quien observaba con total desespero a Alaric Winter, no podía creer lo que había ocurrido en cuestión de horas.
Luego de que su exesposo le dijese que iría a vivir con él, sus padres, lejos de enojarse o incluso su hermano, solo habían dado su bendición.
La mansión Blaine era un total caos, buscaban de manera desesperada a los infiltrados de Stephan Rider en la propiedad, por lo que la idea de Alaric a los ancianos Blaine les había parecido una idea maravillosa, mientras que para Rachel no era más que una sentencia sin duda que no le agradaba para nada.
Lo cierto era que los sentimientos de Rachel no estaban claros, y estar cerca de aquel que la tenía tan descompensada, la tenía un tanto incómoda, e incluso se podría decir que aterrada por lo que podría suceder.
—Es lo mejor, tanto para ti como para Cosette… —La pequeña niña, quien estaba dormida en la parte trasera del auto, estaba lejos de entender