—¿Estás segura de que estarás bien? ¿Qué no habrá nada que te moleste? Si lo deseas, yo puedo quedarme y podemos enviar a tu padre, tal vez él pueda...
—Mamá, estaré bien, ya debes irte, el avión está a punto de despegar —Destiny cortó las palabras de su madre, que parecía no querer irse. Las mujeres observaron a los hombres, que hablaban entre susurros, mientras ellas estaban sumidas en su despedida.
—Cariño, ¿qué tanto susurran? —Mara habló en un tono un tanto acusador, mientras Orión y su padre se separaban y negaban al mismo tiempo de manera afanada.
—Solo estábamos hablando sobre nuestro plan para Sierra y los Pierce, ya que no serán tan fáciles de manipular y de manejar si Sierra no está dispuesta a ayudarnos...
Aquellas palabras pusieron en alerta a Destiny.
Ella sabía bien de lo que hablaba Orión, pues le había contado la manera en que había sido criada Sierra, y cómo ella se veía afectada ante las circunstancias.
Al ser tratada desde niña como un objeto que solo serviría para