Capítulo 69; El dolor de la perdida.
Alexander, entró a la habitación con todo el cuerpo temblando, su corazón latiendo con ràpidez, a la vez que sus ojos estaban llenos de lágrimas de dolor y desesperación.
—Sólo unos minutos, Señor Harrison— le advirtió el médico— recuerde que está bastante delicada.
—Júreme que va a salvarse— suplicó.
—No puedo hacer eso, señor, su pronóstico es reservado, debemos esperar un poco.
—¡Es mi esposa!—gimió con dolor.
—Lo sé, y le prometo que haremos todo lo que esté en nuestras manos, todo lo humanamente posible para que se recupere— Alex asintió con dolor, para seguir su camino a la cama.
Allí estaba ella, su Gianna, su amor, tenía el rostro inflamado, lleno de heridas y muy pálido, una herida en su hermoso labio inferior, una venda cubría su cabeza, y se podía apreciar muchos hematomas en sus brazos, una de sus piernas inmovilizada a causa de un yeso, le habían fracturado la pierna... Se acercó rápidamente a ella y con cuidado tomó una de sus manos.
—Cariño...—habló con ternura— esto