Me quedé mirando aterrorizada a mi marido, mirándonos los dos fijamente a los ojos, viendo en ellos mucha rabia y furia
— Me duele, suéltame por favor Mark, me estas haciendo daño — le dije
—- Y más te va a doler, si no me dices quien te ha dicho que sigo en relación con ella — me dijo apretando más su mano en mi brazo
— Han entrado varios mensajes de ella esta noche en tu móvil y como tu esposa que soy los he leído todos ¿qué pasa Mark? ¿Aún la amas? — le pregunté llorando
— No me dejará en paz esa puta .-- me dijo
Mark tiro el vaso a la chimenea haciendolo añicos, marchandose seguidamente del salon, me sente en el sofa del salon, viendo minutos despues a mi esposo entrar otra vez en el salon, vestido con unos pantalones vaqueros negros y una camisa blanca, con las mangas recogiddas hasta su codo, enseguida me levante del sofa acercandome a mi esposo
—- No Sofía, no lo intentes, necesito marcharme, tengo que aclarar mis ideas, no me esperes levantada — me dijo viendo como se marchaba