—¿Gerald está bien? ¿Qué sucede con sus heridas? ¿Qué han dicho? —una vez Edmund se marcha del salón Aleksander salta con las preguntas a los segundos. Sigue en la misma ropa con la que llegaron a la propiedad de Basian y algunos rasguños se notan en su rostro pálido. Como es pelirrojo aún más.

—La doctora todavía lo está atendiendo —Tatiana responde a las dudas—. Puedes ir.

Aleksander asiente de inmediato. Se dirige a la habitación donde Gerald permanece al borde de la vida y la muerte.

Scarlett mira hacia el suelo, hacia sus manos. ¿Y si no fue suficiente llegar a tiempo? ¿O llegó muy tarde por él? ¿O su esposo perdió mucha sangre al tratar de salvarla a ella también? ¿Gerald será capaz de sobrevivir a esto cuando todo su cuerpo está plagado de heridas profundas? Debió actuar antes, ir tras él desde el primer momento.

—Scarlett —la voz de su madre llena sus oídos y le desvía la atención de la penuria—. Yo me encargaré de los niños mientras estás al lado de tu esposo.

Scarlet