42. Marianné recibe una nota dentro de la mansión
Más tarde, en el despacho, se encontraban Remo y Savino, poniéndose al día de los asuntos importantes.
— El juez ya sabe lo que tiene que hacer. A Fabio Cavallier todavía le quedan muchos años de cárcel — mencionó Savino, de este lado del escritorio, pero Remo parecía tan ensimismado que no pareció escucharlo — ¿Remo? — llamó, consiguiendo que su jefe y amigo al fin prestara atención — ¿Qué te pasa?
Remo se recostó contra el respaldo de su silla y exhaló profundamente.
— ¿Crees que debería confiar en Marcello? — preguntó de pronto, tomando por asombro a Savino, que rio, creyendo que se trataba de un chiste, hasta que descubrió que no.
— ¿En serio estás preguntándome esto?
Remo se encogió de hombros ligeramente, mientras jugaba inquieto con el bolígrafo.
— Últimamente lo he notado con una actitud demasiado filosa.
— Pero estás hablando de Marcello — le recordó Savino —. Joder, Remo, han sido amigos toda la vida, y lo que sea que pueda estar pasando, estoy seguro que no tiene nada