CAPITULO 43 HASTA CON EL OLOR.
Sebastián Ghill.
─ Te has dignado a llegar ─ habla con reproche la madre de Laissa.
Sé que no es justo para Laissa, llegar siete días despues que su madre, me llamó desesperada, pero no podía dejar a Aleska, en el estado con el cual salió de la radioterapia.
─ ¿Dónde está Laissa? ─ Le pregunté a la mujer que me estaba reprochando. Ella no respondió, pero sí me guió.
Al llegar a la habitación Laissa, me observó y sus ojos se anegaron de lágrimas, caminé hasta ella y enseguida ella se sentó abrazándome y hundiendo su rostro en mi cuello, soltándose a llorar.
─ ¿Qué fué lo que sucedió? ─ Le pregunté acariciando suavemente su espalda, para tranquilizarla.
─ Se resbaló bajando las escaleras ─ mencionó su madre al notar que Laissa, no paraba de llorar. Ella, me abrazó con fuerza y besó mi cuello.
─ Pensé que no vendrías ─ susurró ahogada por el llanto.
─ Aleska, estaba muy mal, por eso no llegué antes ─ mencioné.
─ ¿Cómo sigue Aleska? ─ Preguntó sin soltar el abrazo.
─ Los dejo, mandaré