Samantha Freetman Kridmman.
─ Hola Jaime, tío Franchesco. ─ Saluda Lissie, con cariño a los dos hombres, ella y mis primos menores, le dicen a Franchesco, tío. Este último nos saluda besando nuestras mejillas.
Jaime, por su parte lo hace con las demás personas, pero a mí solo me observa, desde nuestra última conversación nos separamos definitivamente y lo que no deseaba dañar quedó dañado desde ese día, nuestra amistad y relación familiar, están afectadas.
Ese día, le dejé claro que no volveríamos. Jaime, me preguntó si había alguien más y le respondí que sí. Por supuesto, que no me creyó, a pesar de que se lo aseguré. Me preguntó quién era y mi silencio le dió a entender que ese tercero era inexistente.
Lissie, tía Valerie y hasta Frenna y Franchesco, nos observan a los dos.
─ ¿Cómo has pasado la mañana? ─ Le pregunta Franchesco, a su sobrina, cortando el ambiente que se ha tornado de pronto.
─ ¿Ya almorzastes? ─ Se acerca Jaime, susurrando muy cerca de mi rostro.
─ Sí, ─ res