CAPITULO 44 YO SOY TÚ LUZ, ASÍ COMO TÚ, ERES MI VIDA.
Sebastián Ghill.
Por años he vivido entre médicos, varios de ellos oncólogos, el mismo Caleb, es un gran ejemplo para nosotros.
─ Conozco las condiciones en que estás, pero eso no impide que vuelvas ayudarnos con el sonido ─ insisto.
─ No puedo...
─ Cuando te sientas mal o salgas de un proceso, nosotros te cuidaremos y en cada recuperación tú, nos ayudarás con el sonido. ─ menciono interrumpiéndola y besando su oreja.
─ Estoy ciega y no sé hasta cuándo, no es mucho lo que pueda hacer por el momento ─ se queja afligida y eso es algo que debemos tratar de hacerla entender, que si no recupera la visión, la vida continúa.
Lo mejor, será buscar profesionales, que le enseñen a llevar ese tipo de vida. Todos tenemos la esperanza, que su invidencia sea temporal, a pesar de la advertencia del especialista, de que no logre recuperar la visión, pero igual pienso que hay que trabajar en su depresión.
─ Hay artistas muy talentosos, que son invidentes y tocan instrumentos musicales, de maravill