~Marian~
Trato de ayudar a mi padre al ver que está saliendo sangre de su pie y mi madre me agarra del brazo para que salgamos, mientras escuchamos los gritos de mi padre que no hace otra cosa que ofendernos.
—No podemos dejar lo así, está herido —les digo antes de bajar las escaleras.
—Si nos quedamos no nos va a dejar salir —mi hermana me agarra de la cara—. Me dijiste que siempre vamos a estar juntas y este es el momento.
—Ya no pienses tanto, hay que irnos —insiste mi madre
Volteo a ver hacia la habitación de mi padre y veo que la puerta se está abriendo. Bajamos corriendo las escaleras y abrimos la puerta de la sala, estamos justo por llegar al portón para irnos y aparecen los guardias, deteniéndonos
Nos agarran de los brazos y por más que saltamos y gritamos para que nos suelten no lo hacen, simplemente, hacen más fuerza para que nos quedemos tranquilas. Mi padre aparece luego de unos segundos con su pie bañado en sangre, se pone frente a mi madre que antes de que diga algo le