— No estoy interesada en nada de lo que usted pueda ofrecerme - Diane realizó el intento de que el hombre la suelte, no obstante sintió la penetrante mirada de alguien puesta en ella.
— A las cualquieras como tú debemos de sorprender con la carretera llena, dinero es lo de menos, de hecho puedo ofrecerte más que Dominick, mucho más.
— Ya le he dicho que no estoy interesada en nada de lo que me Ofrezca - Diane había levantado la voz.
— Entonces no cobras, eso es mucho mejor, vamos no vas a arrepentirte - El anciano tenía una mirada lujuriosa que para Diane era asquerosa.
— Mejor aléjese de mí - Diane retrocedió, pero el agarre del hombre se intensificó tanto que su piel podría quedar rojiza.
— No puedes negarte, solo por acostarte con Dominick no te convierte en especial, nadie lo es para aquel hombre, es más, siempre es bueno con sus amigos y deja que después de usar a una mujer nos la regala.
— Las mujeres no somos unos objetos a las cuales ustedes pueden llamar usar - Diane le