13. AHORA ERES MI ESPOSA
Capítulo trece: Ahora eres mi esposa.
Sus miradas se cruzaron entonces y a ella se le quedó la boca seca. Bajo las manos podía sentir el latido del corazón de Mark y el calor de su poderoso cuerpo.
El corazón le latía a Samantha frenéticamente y algo muy parecido al pánico comenzó a apoderarse de ella.
Entonces le llegó el olor de su perfume, caro y delicioso. Era algo masculino y notablemente erótico. ¿Erótico? Cielo Santo, ¿de dónde había salido ese pensamiento?
Markos volvió a reír y eso la desorientó más aún. Luego se apartó de ella lentamente con unos movimientos gráciles y confiados. Era un hombre muy consciente de su físico. Sus ojos ambarinos la observaron con una frialdad ilegible y algo más. Algo a lo que ella no podía ponerle nombre, pero que bien podría ser satisfacción.
—Gracias— dijo Samantha con una voz helada y se escondió las no muy firmes manos bajo la chaqueta.
—Ese anillo que llevas en el dedo es una alianza— le informó suavemente Mark.
Samantha arrugó la nariz y