Dahiana.
Tranquila, así me estaba sintiendo últimamente, había decidido no apresurar las cosas y dejar que todo fluyera.
Aunque me moría por ver a Hades, tenía que esperar, pues no sabía en qué situación se encontraba él.
Muchas veces quise preguntarle por su vida personal, pero no quería tomar atribuciones que no me corresponden.
El tiempo lo diría todo, así que solo debía ser paciente y las cosas tomarían su rumbo.
Con eso, en mente, me metí de lleno en la obra. Las cosas iban de maravilla, así que todo estaría listo a tiempo.
En mis tiempos libres le escribía a Hades y este no tardaba en responder.
Todo el día me la había pasado revisando los avances de la obra en compañía de José.
Cuando estaba por caer la tarde, él se fue a casa y yo subía a las suites a revisar cómo iba todo, puesto que es una de las partes más importantes, ya que en esas habitaciones es donde se hospedan los clientes más exclusivos.
Había esperado de todo, pero nunca que Hades apareciera.
Llevándome a confirmar