El ambiente en la mesa es extremadamente amigable, aunque Rebecca se siente incómoda en presencia de esos hombres, especialmente sabiendo que Alex está cerca. Ella creía que él había regresado a Nueva York.
– Sra. Baker, ahora serás el centro de atención entre nosotros. Estuve fuera por un tiempo, y cuando regreso, ¿encuentro todo esto? No me malinterpreten, no me refiero al matrimonio, porque en algún momento eso iba a suceder. Estoy hablando de la encantadora escena que protagonizaron en público. Mi amigo nos lo contó, no puedo creerlo. Alex no tiene corazón, ni afecto, para el caso. – Todos en la mesa ríen.
– Estoy completamente de acuerdo. – dice Marcelo.
– ¿Estuvieron presentes en la boda? – pregunta Richard a los amigos de Rebecca.
– De ninguna manera. Creo que deberían habernos brindado una noche de diversión, ¿no están de acuerdo? Nos privaron de una despedida de solteros, eso es imperdonable. – dice Susan, mientras Leandro mira a la hermosa dama que repitió lo que él dijo en