Alex se queda inmóvil durante unos segundos, completamente atónito por la reacción inesperada de ella. A pesar de haber compartido besos con ella en otras ocasiones, simplemente no podía comprender el motivo detrás de esta nueva actitud. La frustración comienza a apoderarse de él, pero la determinación de buscar respuestas lo impulsa a seguirla.
– Srta. Jenkins? – Él la llama, y en la parte superior de la escalera, Rebecca se detiene, mirándolo directamente.
– ¿Qué quieres?
– ¿Podrías bajar aquí, por favor?
– No. Planeo ir a mi habitación.
– Te lo ruego, Srta. Jenkins. – Él suplica de manera cortés, y Rebecca lo observa por un momento antes de finalmente ceder. Ella baja los escalones, deteniéndose frente a él.
– ¿Qué necesitas ahora? – Él permanece en silencio durante unos minutos, reflexionando sobre qué decir. – Entonces, Sr. Baker, ¿qué es lo que realmente quieres?
– Mis disculpas, Srta. Jenkins. Aseguro que no volverá a ocurrir. – Él dice, mirándola fijamente. Su mirada intensa i