CARLOS.
Un poco más de quince días después…
—Salud. —Chocamos nuestras copas.
Ya era viernes. Apenas nos vimos las caras casi a la mitad de febrero.
Confieso estar a punto del explote. Olivia se había vuelto un poco hermética conmigo, más de lo que yo mismo he sido en toda mi vida y no quise presionarla, pero no pude evitar hacerme mil preguntas.
Hablé con Leónidas. Él me informó de la cantidad de trabajo que tenían, ya que el director de la Aseguradora empezaba a ampliar los terrenos y como departamento de contaduría, lo normal era involucrarse. Por eso hecho me tocó retrasar la colocación de su escolta.
No, corrijo. Retrasé el decirle a ella que ya tenía uno asignado.
Nos encontrábamos en un nuevo lugar. Era de noche… Ubicados en la terraza, podíamos divisar el lago frente a nosotros.
La atracción del sitio son sus lanchas y yates aparcados frente a un muelle de concreto y madera, sobre todo haber sido construido en plena ciudad y no en el puerto oficial de Maracaibo, en la capita