Capítulo 37
—Es solo una invitación, no entiendo por qué te pones así. — le dijo su madre detrás de la línea. El que pensaba que no iba a volver a hablar con ella durante el tiempo que estuviese en el pueblo y quizás durante el resto de sus días, miró la invitación que había encontrado en la puerta de la casa que había alquilado.
—No entiendo por motivo a que estás haciendo una fiesta cuando sabes muy bien que he dejado clara mi posición con respecto a ustedes.
—Hazlo por mi hijo, no seas así. — fue la respuesta de su madre. — no sé durante cuánto tiempo más voy a estar en este mundo y quiero compartir lo más que pueda contigo. Nos han arrebatado demasiados años.
—Mamá, tus y papá se encargaron de arrebatarnos esos años a los 3, ustedes fueron los que me ofrecieron, fueron los que me vendieron, fueron los que me dejaron a la buena voluntad de un completo desconocido.
—Él te dio una vida decente, una, que nosotros no hubiésemos podido dar.
Por supuesto, esa era la mejor excusa, era la