CAPITULO 46
— Seguro que todo bien. Deja de darle tantas vueltas al asunto y tomate el chocolate.
— No me digas que algo está bien cuando sé muy bien que no es así, es como una bomba de tiempo. Sé que algo va a salir mal y él lo que me molesta es no saber cuándo exactamente va a explotar.
— Está siendo pesimista. — le dijo Steven mientras acariciaba su mano con suavidad.
Ellos habían creado la rutina de verse cada mañana para desayunar. Sara comenzaba a acostumbrarse a sentirse querida, protegida a despertarse cada día y mirar de inmediato el teléfono para ver si había algún mensaje de él. Era como si hubiese vuelto a tener 15 años otra vez y estuviese enamorada empedernidamente de Steven.
—Tu hermana lleva ya una semana viviendo en la casa Contigo, sin mencionarte absolutamente nada.
— Ese, precisamente, es el problema. — Dijo ella mientras le daba un sorbo a su chocolate caliente. — No sé exactamente, pero lo único que sé es que ella va a hablar, va a decir algo en algún mom