El doctor me cae como una patada en el hígado, pero yo no pierdo una oportunidad, por lo que subo sin estar discutiendo mucho.
El niño va detrás y después que sube se duerme—¿Qué pretende?.—Pregunto directa, no soy de andar por las ramas.
—¿No se dé que hablas?.— Responde el haciéndose el loco.
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