Todo se volvió una pesadilla en un instante.
La escena de Nohemi sangrando por la nariz, los ojos y los oídos los aterrorizó a todos, pero incluso antes de que pudiesen registrarlo en sus cerebros, la pelirroja perdió el conocimiento.
Gracias a sus rápidos reflejos, Zeke la sostuvo antes de que diera de bruces contra el suelo. No obstante, solo eso pudo hacer, cargarla en vilo mientras miraba a Camerina lleno de pánico.
―¡Al hospital, ahora mismo! ―exclamó Daria haciéndoles reaccionar.
Calvin salió de su adormecimiento, todo fue tan repentino que no dio crédito a sus ojos; en un segundo la doctora Lund estaba bien y al siguiente la sangre fluía por su rostro, haciendo un aterrador contraste con su piel pálida y su cabello rojo.
Ni siquiera esperaron al elevador, los tres bajaron por las escaleras de servicio a una velocidad pasmosa; Camerina no tuvo la habilidad de ir a la par de ellos, pero al menos, cuando todos se pusieron en movimiento, su capacidad para pensar también lo hizo