—Evelyn Carter Monroe, edad veintitrés años, estudios: master en contabilidad y auditoría, habla dos idiomas, trabaja en la compañía hace dos años, algo no cuadró aquí, es raro, según esto indica que se encarga del archivo general y su sueldo es de una asistente común y corriente.
—Creo que será un punto a mi favor. — expresó Sebastián. Como un gato lamiendo sus bigotes, pensaba que no sería tan difícil después de todo; sin embargo, Andrés tenía un punto.
—Con plata no vale la de la lista.
—No seas ridículo, eso ayuda a mi técnica.
—Método de seducción, ya la has visto dos veces y no cae, estás perdiendo tu toque querido amigo— Tomándolo del hombro a modo de burla, rápidamente Sebastian aparto su mano de un golpe.
—No te burles de mí, solo demoraré un poco más de lo normal, ella no es una chica común.
—Eso es obvio— Burlándose con sus manos, como dibujando la figura de Evelyn, algo que no le gusto al “Príncipe”
—Mantén, tus cochinos pensamientos lejos de ella, te advierto.
—Qué celoso